por @patyleiva, fotos: Bárbara Gómez
Adoro cuando la tipografía hace noticia. El diseñador Roberto Osses ha creado, tras 2 años de investigación y trabajo, la fuente tipográfica “Biblioteca” pensada para el uso de la Biblioteca Nacional, diseñada basándose en los primeros impresos en Chile tras la independencia y en la búsqueda de una identidad propia en consecuencia con los tesoros que la Biblioteca alberga.
Los especímenes que detallan la construcción de una riquísima familia tipográfica –cuenta con una amplia gama de grosores, inclinaciones y posibilidades– están expuestos en la misma Biblioteca Nacional, dejando en claro la minuciosidad y dedicación en su confección.
El proceso está registrado también en el libro “Una fuente de luz” editado por la misma Biblioteca con el patrocinio del Fondo Nacional de Desarrollo Cultural y las Artes (Modalidad Fomento del Diseño, Convocatoria 2014) del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes; del Departamento de Diseño de la Universidad de Chile y de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo.
Nos llena de felicidad que la tipografía haga noticia que se valore su historia, su creación y su importancia, ya que muchas veces –especialmente cuando está correctamente ocupada–, sólo está ahí, se sienten sus beneficios (legibildad, comunicación, placer a la vista…) pero no siempre se le atribuye su valor, siendo una des las disciplinas que más ocupamos desde la primera imprenta.
Hace varios años hice un diplomado de Tipografía y además de la teoría, había una parte práctica en la que cada uno diseñaba una fuente tipográfica. Yo elegí diseñar una fuente display (para ser usada en títulos) porque sabía que en tan poco tiempo no iba a lograr construir una tipografía que cumpliera con la legibilidad y minuciosidad que eso requiere, ¡es un trabajo gigantesco! (y no tengo tan buen oficio y soy muy ansiosa). Por eso no puedo dejar de admirar una familia tipográfica que ofrece tantas posibildades. Son horas y horas de trabajo, porque cada letra se dibuja una a una, pensando en los espacios entre letras, entre líneas y entre palabras, la densidad que sus curvas proyecten en una sábana entera (una página llena de texto) y todos los factores que se traducirán en legibilidad, armonía e identidad.
El hecho de que una fuente venga diseñada con alternativas como son las negritas o las cursivas en sus distintos pesos, evita que uno como usuario la edite artificialmente con las posibilidades que da el computador, lo que, siendo puristas, resulta una aberración, ya que ese nuevo espacio entre letras –y el diseño de la misma– no será el diseñado, sino que tendrá un resultado azaroso que no asegura los resultados de legibilidad/comunicación. Cuando la letra viene diseñada con las alternativas: Regular / Italic / Medium / Medium Italic / Bold / Bold Italic / Extrabold / Extrabold Italic / Black / Blak Italic, estamos en presencia de una tipografía rica (lo que me hace ser fan de fuentes como la Univers o la Futura, diseñadas por Adrian Frutiger y Paul Renner respectivamente).
La fuente Biblioteca será utilizada en la publicaciones de la Biblioteca Nacional y el 2017 será liberada para su uso público, lo que significa una preciosa posibilidad para todos. ¡Es una letra hecha a medida!
que hermosa noticia y texto zancada!!!
hermosa noticia y texto !
Me encantó!
bello
Esa “entradita” que tienen los trazos finos en los más gruesos no sé como se vaya a ver al estamparla en serigrafía. Soy encuadernador y la probaré en mis futuras rotulaciones. Bien!