por Lupe Gómez
Es común escuchar que hay que aprovechar las oportunidades, que una es tonta si no lo hace… muchas veces es cierto. Aunque con el tiempo he aprendido que no todas las oportunidades que se nos presentan son siempre la mejor decisión por la que podemos optar. He visto a gente decir: No es un buen momento para irme de viaje pero si no voy ahora no voy nunca, “tengo que aprovechar!”. No estoy segura si quiero hacer este curso pero “tengo que aprovechar!”. Lo he visto incluso a nivel de matrimonios… onda se va el tren, “tengo que aprovechar”…
Y al final, la vida va decidiendo por nosotras. No debería ser al revés?
la historia de mi vida… las oportunidades.
También, ocurre cuando uno anda vitrineando y algo le gusta y dice….. después lo compro y por allí, una se anda arrepintiendo que porque no lo compré….. me ha pasado en varias oportunidades
Creo que el trasfondo de lo que trata Luoe Gomez en el post es algo más que comprarse un par de zapatos o no en un momento determinado, es el hecho de que a veces las grandes decisiones de la vida no siempre dependen de la primera oportunidad que se nos presente, sino que de las verdaderas emociones y energías que nos envuelvan en un minuto determinado.
La oportunidad de éxito y felicidad a veces puede demorar un poco más de lo que esperamos, sin embargo, la satisfacción será mucho mayor y más duradera (espero, a eso dedico mis días hoy).
Mi opinión respecto a este tema es que quien no toma ventaja de las buenas oportunidades (por muy arriesgadas que parezcan) siempre lo lamentará a futuro. En mi caso particular, gracias a mi impulsividad y actitud ‘no-miedo’, he podido llevar a cabo la mayoría de mis proyectos y metas.
Pero ojo! Solo hay que tomarlas cuando uno realmente las quiere, de otro modo no viene al caso.
mmm, no se trata de aprovechar o no las oportunidades… se trata de no cerrarle puertas a la vida, que es muy diferente.