¿Problemas amorosos? ¿Infeliz con tu relación de pareja? ¿amores platónicos? Todas hemos estado en una situación como la que estás viviendo ahora y aquí compartimos historias, anecdotas, tips y finales felices.
The Weeknd y Selena Gómez terminaron después de diez meses juntos. No hubo comunicado de prensa ni declaraciones de sus representantes, pero un simple y a la vez estruendoso hecho confirmó la ruptura antes de que nadie dijera nada: borraron las fotos del otro en sus cuentas de Instagram.
Agradezco a ese hombre de transición que me hizo ver que podía enamorarme de nuevo, pasarlo bien y olvidar lo mal que lo pasé después de terminar una relación.
Que la primera cita sea en el cine es una oportunidad perfecta para tantear terreno. Si no hay onda, simplemente das por terminada la cita junto con la película. Si hay interés, la cita continúa...
No me complica compartir estos momentos de intimidad con dos personas que me gustan bastante, no encuentro problema en ello, porque ninguno tiene un compromiso mayor (que yo sepa), pero cierto día sí me vi aproblemada.
En 2015 conocí a mi actual pareja, quien es un pelotudo de esos que entregan el amor a migajas, de esos a los que hay que pedirles que te abracen… Lo nuestro ha sido por capítulos inconclusos, capítulos intensos y viajes increíbles.
Estoy en un punto difícil de mi relación y veo la separación como una alternativa que me haría bien. Otras veces creo que vale la pena intentar salvar lo que nos queda, pero no sé cómo. Me recomendaron la terapia de pareja, pero... ¿servirá para algo?
Solo me surgen dos problemas: el primero es que me dijeron que tenía que hacer 180 min de deporte a la semana, para mi nivel de sedentarismo, siento que me pidieron escalar el Everest.
Pasando por un periodo de sequía sexual en esta inhóspita Región de Chile como lo es Magallanes y Antártica Chilena, hace un par de días al fin llegó una cita con un tipo agradable que conocí después de varios meses, no tan atractivo físicamente pero intelectualmente interesante, así es que, mi amiga vagina y yo nos arreglamos como para una fiesta de bienvenida.
A veces una aprende a porrazos, como me tocó ahora, por eso no quiero volver a pasar por alto los sentimientos de otros nunca más, porque duele, duele más que la misma mierda, y nadie debería hacer lo que no quiere que le hagan.
Cuando se acabó el llanto, vino un suspiro. Finalmente, se abría una oportunidad para estar conmigo -eso que tanto había rehuido- para pensar en el futuro, para hacerme cargo de los pendientes, para reencontrarme, estar entera y re bien.