Por Bruna Pinedo, fotos expo: Plataforma Visual
El artista visual chileno Marco Arias acaba de inaugurar su nueva exposición en el Museo de Arte Contemporáneo, sede Quinta Normal. Se trata de “ADIOSPIKACHU”, una propuesta que a través de pinturas, esculturas y videos, analiza la influencia de la famosa serie Pokémon en la cultura chilena y los posibles vínculos políticos entre ambas.
Marco Arias ha basado su obra artística de los últimos años en estudiar la cultura de masas, especialmente el animé y los videojuegos, de los años 90 y 2000. Esta vez es el turno del famoso personaje Pikachu que, através de esta exhibición se vuelve a insertar en nuestro escenario nacional
¿Se puede entender tu exposición ADIOSPIKACHU como “arte pop”?
En muchos aspectos sí. Entendiendo por “arte pop” la movida de los años cincuenta nacida en Inglaterra y Estados Unidos que mezclaba elementos de la vida cotidiana vinculada a los medios de masas, con expresiones o contextos de arte.
Pikachu y todo lo que lo rodea, entra en aquello que se puede denominar “la vida cotidiana” de cierta época en Chile -e incluso de hoy-. Aunque personalmente prefiero decir que mi trabajo, más que pop, es un híper realismo de los medios.
Llevar a la sala del museo a Pikachu en estado puro, como en un capítulo audiovisual de la serie Pokémon o en una figura publicitaria inflable, para mí es una representación híper realista de cómo Pikachu comúnmente ingresa a nuestras vidas. Esto lo acabo de inventar en todo caso. Puede que mañana piense otra cosa. Pero digamos que sí. Todo es súper pop.
Uno de los principales referentes del pop es Andy Warhol. ¿Cómo se relaciona tu trabajo con lo que él hacía?
Se relaciona desde aquello que recién mencionaba, el usar imágenes que provienen de la vida cotidiana en contextos de arte. En el Nueva York de los años 50 de Warhol no era Pikachu el ícono, pero sí lo eran Marilyn Monroe, Elvis Presley o Superman.
Warhol hizo su famosa serie de las latas de sopas Campbell porque eran el alimento que su madre le daba a diario cuando niño. Esas pinturas son un gesto nostálgico. Pikachu llega a mis pinturas y esculturas por lo mismo. Es un guiño hacia mi infancia y de pasada a millones de otras que sucedieron en simultáneo. Me guste o no, el pop es siempre nostálgico.
¿Por qué Pikachu, o una serie como Pokémon, son motivo de una obra de arte?
No es Pikachu en sí mismo lo que es motivo de obra de arte, sino lo que provoca Pikachu en la audiencia. El que un personaje de videojuego y televisión te genere reacciones emocionales, es la verdadera obra. La consecuencia de la interacción del público con una tele antigua transmitiendo un capítulo de Pokémon en español latino es lo que me interesa. ¿Por qué los de treinta años nos emocionamos? ¿O por qué una niña de cinco años corre en círculos dentro de la sala de puro entusiasmo al ver tantos Pikachus?
Personalmente creo que esto sucede porque el arte en ese momento nos muestra, o nos devuelve, algo que es parte de nuestra identidad. Un Pikachu que se exhibe en el Museo de Arte Contemporáneo en forma de pinturas, esculturas o lo que sea, es un fragmento de nuestra biografía, personal y colectiva.
¿Existen antecedentes de este tipo de arte en nuestro país?
Existen antecedentes de algo que se puede llamar “arte pop chileno”. Comenzó a mediados de los años 60 y duró hasta principios de los 70, pero eran expresiones más culposas y abiertamente críticas respecto a la influencia cultural de los países gringos en la región.
Recuerdo a artistas como Valentina Cruz, Guillermo Núñez, Francisco Brugnoli o Virginia Errázuriz. Ahora, antecedentes en la pintura es otro cuento. Hacer un lienzo de 12 metros con un personaje de videojuegos o de animé y exponerlo en un museo, creo que todavía es algo bien raro.
Y en un guiño a las y los de tu generación: ¿es Pikachu tu pokemón favorito?
Jajaja, no. Desde niño que mi Pokémon favorito en la serie animada es “Meowth”, el gato líder del Equipo Rocket. Ahora, en el videojuego mis favoritos son el fantasma “Gengar” y también “Dragonite”, un pokemón dragón. El otro día leí que, según la psicología, los monstruos favoritos de niñas y niños son aquellos en los que temen o desean convertirse. No sé qué significa eso en mi caso. Mejor ni googleen a los que acabo de mencionarles.
