A falta de House of Cards, bien viene Boss

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por daria

Como las series hechas por Netflix son lanzadas completas, de una sola vez, fuimos varios los que nos devoramos House of Cards en un par de semanas.

Y bueno, ahora no nos queda otra que esperar de brazos cruzados por el regreso de Frank Underwood. Pero si extrañas las tramas políticas, las traiciones y las manipulaciones, te recomendamos Boss.

Esta serie, estrenada en 2011 y que también encuentras en Netflix, sigue al alcalde de Chicago, Tom Kane (interpretado por Kelsey Grammer), que, así como Underwood, hace y deshace a su antojo, manipulando y amedrentando a quien sea para lograr sus propósitos. Es prácticamente imposible no compararla con House of Cards: tiene al jefe dictador y a su mujer igualmente maquiavélica -eso sí, conformando un matrimonio menos apañador que el de Frank y Claire- a la rubia ambiciosa de similar estética que Mrs Underwood; bandos, lealtades débiles y la clásica relación de amor y odio entre periodismo y política.

Es una serie entretenida, producida por Gus Van Sant, que te engancha desde el capítulo uno y que no teme en mostrar la vulnerabilidad de sus protagonistas desde los primeros segundos de metraje. Más que recomendada para llenar el vacío que nos deja el periodo entre temporadas de nuestras series favoritas.