Por Belén Leyton
Tod@s hemos recibido esos molestos correos electrónicos con novedades de marcas (porque hasta Coca Cola tiene uno) o algunos más interesantes donde vemos si ya bajó de precio ese celular que queremos, pero hay newsletters diferentes. Los hay para todos los gustos y aquí te cuento cuáles leo yo:
1. Pantano, de Milagros García (Argentina)
Todos los miércoles me llega un newsletter de Mili. Me cuenta en pocos párrafos lo que le ha pasado esa semana o lo que ha pensado, a veces son recuerdos. Después pone algunos links sobre cosas interesantes que ha encontrado por internet (el newsletter de esta semana tuvo: Un sitio que simula ser una pantalla de un televisor en los 90). Y siempre termina con una breve reseña sobre el libro que leyó esa semana.
Lo espero cada semana y es como una pequeña rutina para los miércoles en la mañana. He anotado y quiero leer muchos de los libros que ha recomendado y he pasado varias horas jugando en tonterías de internet.
“Empecé con Pantano al principio de la cuarentena (abril 2020). Me había quedado casi sin trabajo y estaba bastante deprimida, decidí enfocarme en un proyecto personal para mantenerme activa y ocupada. Hace un tiempo tenía ganas de armar un newsletter así que me puse a trabajar en eso. Estoy muy agradecida por haberme animado porque Pantano me trajo muchas cosas lindas y durante mucho tiempo fue mi motor”.
2. Repertorio, de Juan Diego Alvarado (Panamá)
Sale casi todas las semanas y recomienda lecturas, videos y podcast sobre política, ficción y cultura. Es una recopilación de contenidos que le parecen interesantes tanto en español como en inglés. Esta semana tenía “lecturas, videos y podcasts sobre el Canal de Panamá y la crisis del agua, Call of Duty y militarismo, tests de ADN y ascendencia, JK Rowling y una okupa feminista en México”.
Siempre leo muy pocos, porque no tengo cabeza para leer cosas tan académicas, pero puede que a ti te interese, por eso te dejo el Repertorio de esta semana.
“Empecé Repertorio como un ‘proyecto de cuarentena’. Me motiva compartir material literario, académico y audiovisual sobre temas que se estén discutiendo para visibilizar perspectivas diferentes, pero también para exponer temas que quizá mucha gente no conoce”.
3. Ta news, de Emilia Roggiero (uruguaya en Argentina)
Es una selección de cosas random dividida por secciones: Poné play, flasherito (algo increíble), para leer, ¡Uruguay noma’!, Algo lindo, Devórame otra vez (libro), No soy tu mamita (maternidad), Activar (actividades), Para destrabar algún llantito, Cinco estrellas (cinco links sobre un mismo tema) y Fuera de contexto (datos variados y random).
Cada sábado trae recomendaciones variadas y muy buenas (he sacado varias series y libros que no había escuchado nunca). Es más cultura pop y siempre es muy interesante. También tiene una cuenta de Instagram donde añade cosas extras en el mismo tono que el newsletter.
4. Le Butaquer, de Sol Trentuno (Argentina)
Cada jueves me llega este correo con las películas que está viendo Sol, las que le parecen buenas y las que definitivamente no. Puntúa las películas en base a porcentaje de pochocleras (cine para entretener). Es muy simpática y mezcla estrenos conocidos con películas argentinas.
Lo mejor es que te dice en qué momento del sábado y con qué acompañamiento verla (sábado en la tarde con helado, por ejemplo). Es como una amiga que te dice qué está viendo y en qué no deberías perder el tiempo. En Instagram también comparte mucho contenido sobre películas.
5. Harta(s), de Florencia Sichel (Argentina)
Cada martes hay una nueva entrega sobre filosofías y maternidades. Florencia es profesora de Filosofía y mamá, y en este newsletter junta ambos mundos para problematizar sobre ellos.
En un texto largo a modo de ensayo donde reflexiona sobre esos tópicos. En el de la semana pasada escribió sobre el ideal de felicidad y cómo la sociedad nos impone disfrutar todo. Además, trae recomendaciones para complementar la lectura. Me gusta que nos replanteemos las maternidades y que las madres hablen y salgan del espacio obligado de perfección.
“Lo llamé Harta(s) porque acababa de ser madre, estábamos transitando el confinamiento y estaba, literalmente, harta de maternar y trabajar en un mundo en el que sólo éramos dos adultos/as aprendiendo a ser madre y padre dentro de cuatro paredes.
Me motivó el deseo de compartir las preguntas que me estaba haciendo como madre reciente. También la idea de llevar la Filosofía -que es mi profesión- al terreno de la maternidad, que siempre fue pensada en el ámbito privado y no como objeto de conocimiento. Poder combinar las filosofías y las maternidades y, fundamentalmente, compartir preguntas y experiencias. Gestar comunidad”.
Gracias por compartir!!