Salud de las mujeres

4 organizaciones por el Día Internacional de Acción para la Salud de las Mujeres

En este día de lucha por el derecho a la salud de las mujeres, les pedimos a 4 organizaciones feministas que reflexionaran sobre la salud en Chile.

Salud de las mujeres

El Día Internacional de Acción para la Salud de las Mujeres se conmemora desde 1987. Desde esa fecha se recuerda que la salud de las mujeres es importante y que aún falta mucho para que sea un derecho para todas.

Organizaciones por la salud de las mujeres

En este año en que nuestros derechos sexuales y reproductivos fueron vulnerados y han sido postergados por la pandemia, le pedimos a 4 organizaciones feministas (Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres, Aprofa, Nutfem y Minka) que nos dieran su opinión sobre este día.

Carolina Ibacache, integrante de la Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres

“Es importante que exista este día para reafirmar el derecho a la salud de las mujeres, independiente de su condición, sin restricciones o exclusiones. Para tener buena salud también debemos contar con buenas condiciones de vida y eso depende, en la mayoría de los casos, del lugar que ocupamos en la sociedad. Por eso desde la Red Chilena decimos que vivimos en una constante violencia estructural e institucional”.

Carolina nos recuerda que la salud en Chile no es un derecho y que a su organización han llegado testimonios de violencia en salud reproductiva y sexual. Pone el foco en tres formas de violencia:

  • Aborto en tres causales: “En este tiempo de pandemia se les ha negado a algunas mujeres que lo han solicitado. Y el aborto debiera ser una atención más dentro de la vida reproductiva de las mujeres, porque el aborto tiene múltiples causales. Debe ser libre y seguro”.
  • Disidencias en consultas ginecológicas: “Mujeres que son lesbianas o trans se han quejado de la violencia que han sufrido en su atención ginecológica, en donde el personal médico les exige que cumplan un rol heteronormado. Y eso da cuenta que no hay capacitación ni formación en género para este personal de salud”.
  • Violencia obstetra: “Mujeres han sufrido violencia dentro de su embarazo, en la atención de personal y también en los partos. Una vez más da cuenta de que el personal de salud no cuenta con una formación adecuada para la atención integral de las mujeres”.
  • Abusos sexual infantil: “Otro tema importante son los abusos a mujeres durante su infancia y que generalmente fueron realizados por hombres dentro de su propia familia. Hoy día, con la pandemia, las niñas están sufriendo mucho esa violencia”.

Pero tiene esperanza en el proceso constituyente para que se reconozca y proteja el derecho a la salud de las mujeres. Pero “esto debiera ser siempre. Que se promueva la formación continúa del personal de salud, sobre todo el conocimiento sobre la desigualdad de género y que se fortalezca el enfoque de género en las políticas públicas de salud”.

Débora Solís, directora de Aprofa (Asociación Chilena de Protección de la Familia)

“Es un día que siempre está presente en la organización de Aprofa, porque nos permite resaltar la salud de las mujeres como una cuestión identitaria y una deuda que el Estado Chileno tiene con todas nosotras. Es una muy buena oportunidad para poder visibilizar las necesidades específicas y las demandas políticas que tenemos las mujeres

Y el día de hoy existe porque sigue habiendo debilidades, deficiencias, faltas, ausencias en relación al cumplimiento de los derechos de las mujeres en torno a toda su salud en general y específicamente su salud sexual y reproductiva. En Chile nos falta mucho para que podamos hablar de garantías en salud.

Esperamos que algún día sea un día de celebración por todos los avances significativos que hayamos logrado”.

Débora dirige su crítica a la “concentración del esfuerzo en salud en materia de la pandemia”, lo que ha “descuidado profundamente la salud sexual y reproductiva de las mujeres”. También nos recuerda los métodos anticonceptivos fallidos y la falta de atención de matronas para atenciones que no son embarazos. “La pandemia vino a profundizar y visibilizar las inequidades en materia de salud, porque efectivamente es el género, pero también la condición económica y clase social es determinante”.

Y no podemos olvidar que “Chile es uno de los pocos países en la región que no tiene Educación Integral de la Sexualidad”.

Rocío Muñoz Embry, integrante de Nutfem (Nutrición Feminista)

“Algo que nos caracteriza como organización es la visión política que tenemos de la salud y de la nutrición, es por ello que la forma de conmemorar este día es desde los distintos espacios sociales, pero también desde los individuales al atender a mujeres. Ponerlas en el centro, en su empoderamiento de la salud, es una de las acciones que realizamos cada día”.

Rocío nos cuenta que la base de Nutfem es que lo personal es político y la nutrición debe ser feminista: “Llevar ese mensaje en un día como este, un día de lucha y conmemoración por la acción de la salud de las mujeres, nos parece fundamental”.

Para ella el problema radica en 2 momentos: a nivel estructural y consultas individuales. “Recibimos este sistema de salud violento que no considera la opinión de las mujeres, y que tampoco a nivel individual se considera la situación integral de las mujeres acompañadas”. Rocío también ve esperanza en el proceso constituyente: “Desde políticas públicas que respeten a las mujeres como personas, y también trabajadores de salud que dejen de violentar a las mujeres”. Y cree que reconocer este problema ya es un paso.

La violencia que rodea a la salud es algo más amplio: pacientes que sienten culpa, miedo, vergüenza para consultar por su salud, lo que se vio agravado por la pandemia por la falta de seguridad alimentaria, doble jornada laboral, teletrabajo, y también la salud mental tanto de pacientes como nutricionistas acompañantes. Ellas tuvieron que adaptarse y sufren la pandemia igual que todas.

“Entendemos que alimentarse es algo tan íntimo que debemos hacer un acompañamiento acorde a la realidad y las necesidades de cada persona”.

Esperanza Caballero, integrante de Minka Psicólogas Feministas

“Tenemos una cantidad de exigencias demandantes por parte de la sociedad machista, donde debemos ser una súper mamá que puede con todo, que cocina, lava, plancha, atiende a los niñes, y aparte trabaja. Es sumamente demandante. Y si no lo hace, queda catalogada socialmente, con la presión social, de que es mala.

A pesar de que nosotras problematizamos este tipo de situaciones, para visibilizar y darnos cuenta de que en realidad no se tiene por qué encajar con nada, la presión existe. La salud mental es diferente para las mujeres.

Nos faltan políticas públicas y por sobre todo garantizar la salud mental como un derecho fundamental. La salud mental, al igual que la salud física, es sumamente importante. Muchas de las personas que se enferman por estrés o burn out, somatizan de alguna manera en problemas físicos: dolor de cabeza constantes, crisis de pánico, terminan en el hospital.

Cuando el Estado comience a garantizar políticas públicas en cuanto a la salud mental de las mujeres, vamos a empezar de a poco a cambiar un poco y notar los problemas que existen y hacernos cargo”.

Para ella la pandemia también ha influido en la salud de las mujeres: “La cantidad de violencia intrafamiliar, de género, hacia la mujer en su totalidad, ha aumentado considerablemente. Es terrible y el Estado no se hace cargo”.