por @danielapge
Viendo en Netflix el documental Minimalism, descubrí esto de Proyecto 333. La regla principal es simple: elegir 33 prendas y usarlas durante 3 meses. Se excluye la ropa interior, la ropa deportiva (si es que realmente haces deporte), y tu pijama.
Para ir llevando un registro, subí una foto diaria de mi outfit en las Stories de Instagram. Al principio, varias personas imaginaron que era un programa para bajar de peso y otros tantos tipos de desafíos. Al ir compartiendo sobre qué realmente se trataba, muchos opinaron que 33 prendas era bastante ropa (principalmente hombres) y que varios vivían con menos de 33. A todos ellos les respondí, “OK, entonces deshazte del resto”, pues uno de los objetivos principales es aprender a vivir con menos.
Finalmente, cumplidos los 3 meses me quedo con la conclusión que de desafío tuvo mucho menos que de aprendizajes. Les cuento:
• Tuve suerte, este invierno fue frío y lluvioso, así que me aperé de mis mejores chalecos y chaquetas. De hecho, en el sitio te recomiendan siempre que utilices productos de buena calidad, en este caso que fueran abrigadores y no sumar capas de cebolla.
• A uno se le prende la ampolleta, porque me di cuenta que tenemos varias tenidas “preseteadas” en nuestra ropa, tal blusa con tal pantalón, etc. La escasez te pone ocurrente y mezclé diferentes prendas que antes no se me hubiese ocurrido combinar, y con eso la sensación de andar siempre con lo mismo se redujo bastante.
• Mi clóset nunca estuvo tan ordenado, pues es un número bastante fácil de distribuir entre cajones y colgadores. Y es increíble la paz mental que el orden te puede dar.
• En las mañanas el ahorro de tiempo es considerable, ya que se reducen las opciones para elegir. En definitiva, no se trata tanto de “no tengo que ponerme” sino más bien es “no tengo idea qué cresta ponerme”.
• Se ahorran lucas. No es que antes haya sido muy trapera y me comprase ropa todas las semanas, pero las tentaciones se ven contenidas.
• Te ayuda a encontrar tu estilo. Creo que varias intuimos por dónde va, ya que por lo general tenemos nuestras pilchas regalonas, pero el bombardeo de nuevas colecciones por parte del retail es potente y uno sucumbe a flores, estampitas y chapitas, colores chillones, y por qué no confesarlo, un montón de cosas que sabemos que no son muy prácticas o simplemente no nos quedan bien.
Ahora parto con la temporada primavera, que te demanda ser estratégica dado que aún quedan días de frío y ya asomándose el verano, el calor es implacable. Veamos que pasa.
¿Se atreven a limpiar y reorganizar su closet? ¿Cuál es su número definitivo de prendas para sentirse cómodas?
**Si quieres escribir en Zancada, manda tu texto con título y nombre con el que quieres firmar a [email protected] en un mail titulado TEXTO. Puedes contarnos lo que te está pasando en la vida, lo que se te ocurrió ayer mientras volvías a tu casa o compartir un dato bacán, como si se lo estuvieras contando a una amiga. Como siempre, si va con nuestra línea editorial felices lo publicaremos.
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en mi último orden de clóset, saqué todo lo que está en buenas condiciones para venderse y lo publiqué en feria ferió y prilov, y me ha ido bastante bien con las ventas. La verdad es que a veces uno acumula cosas, que usó poco y a alguien más le pueden interesar, en vez de estar enterradas en el closet con la consigna de “algún día lo voy a usar”. Al menos es un paso para disminuir el closet.