Por Ana Paula do Brasil
El “Sitio Do Pica Pau Amarelo” (Sitio del Pájaro Carpintero Amarillo) es el mayor clásico de la literatura infantil brasileña. Contaba la historia de una pareja de hermanos que vivían con su tía en una casa en el interior de Brasil, cercados por personajes encantados y demasiado entretenidos, como la muñeca de paño Emilia, muy picarona y que hablaba hasta por los codos. Emilia tenía el “polvo de pirlimpimpim”, tipo de arena mágica que transportaba a todos a los lugares más fantásticos que uno puede imaginar.
Cuando niña, con mis amigas en el colegio agarrábamos una goma de borrar y la frotábamos contra el piso de cemento, haciendo que se desmigara. Las migas eran guardadas cuidadosamente en bolsitas plásticas, y a partir de ese momento, se transformaban en nuestro polvo de pirlimpimpim. Lo guardábamos con mucho cariño, y a la hora del recreo, salíamos al patio y nos tirábamos el polvo mágico, viajando a donde quisiéramos, transformándonos en quien se nos ocurriera, un juego de fantasía demasiado entretenido y que tengo en mis mejores recuerdos de infancia.
Imágenes: blodositiodopicapauamarelo.blogspot.com
que tierna!! a mi en primero básicome hacían creer que unos polvos mágicos nos hacían portarnos bien jaja
jajaja que súper. me sigo impresionando de lo ingenioso que era uno cuando chico.
Qué emoción! No pensé que supiera de alguien que hubeira leído esos libros… yo leí la colección casi completa (me faltan algunos tomos ), pero Monteiro Lobato es un *idolo* máximo de la literatura infantil… qué gusto, cuántos recuerdos llegaron al leer “pir-lim-pim-pín”
🙂
Emilia era ídola, Naricita me caía mal, era demasiado Charlotte pa sus cosas…
😀
Wena! yo tambien vi el “Sitio Do Pica Pau Amarelo”, y hasta este artículo pensaba que era la única (en Chile) que lo recordaba.
Wena, wena. 🙂
Nuestro equivalente para viajar mágiamente era la alfombra mágica de Masamigos
En la alfombra mágica
somos invisibiles
vamonos de viajico
zombo truqui lá
yo me subía a las bajadas de cama de mi mamá y luego aparecía en la cocina, el patio o cualquier lugar diciendo “ooh, mira, donde estamos?”