Resumen Candy, Capítulo 2: Candy y Angie se dan con la pala

por José Miguel Villouta*

Ok chicas, ¿estamos listas para otro retorcido resumen de Kandy? Veo que les gustó el primero… qué bueno porque son 115 episodios, los que serán interrumpidos sólo cuando vuelva la segunda temporada de Prodiet Funway Suckin America.

Hablando de Kandy… ¿supieron que viene Hed Kandy a Chile? Sí. Casi me caigo de mi bici Providencia azul con mis lentes con parrilla y todo. Ya corté varias poleras con un cuello V bien profundo para ver si cuando vaya a verlo salgo en esa página “Mira el Pajarito” o “pajarillo” o lo que sea, sobretodo porque cuando me sacan fotos con ojo de pez me veo increíble.

Lo otro, no sé que programa de farándula estaba viendo esta semana cuando alguien dijo que Tanza Varela se parecía a Candy White. Sí, igualitas. Y Chanchulín es Terry.

Pero vamos con nuestro recap, que es como en los blogs de NY le dicen a los resúmenes.

Debo decir que nuevamente me detengo en la canción del comienzo. Esta vez le saco la foto a Candy de que es chanta. Primero porque con sólo ver dos capítulos me doy cuenta de que es una jote ladillenta cargosa que anda siempre encima de la gente. Pero cuando canta se hace la mosquita muerta: “Yo te espero aquí, este es mi lugar”. Ella, la pasiva.

La otra parte que me llama la atención es cuando dice “Si te sientes solo, recurre a mí, te estaré esperando aquí”. Es como slogan escort, ¿no? Pero pobre del que se atreva a ir donde Candy, porque Candy no te soltará jamás. Es como Elmyra Duff de los Tiny Toons.

Ahora, ¿qué es este cuello?

Es la segunda vez que aparece y es la segunda vez que la cara se me desencaja. Es como un babero de las bordadoras de Conchalí.

Luego de que termina la canción, “La voz” nos dice que desde que Tom se fue con el granjero, el Hogar clandestino de Pony ha vuelto a la tranquilidad. Mala onda el comentario de la mina que narra ¿Acaso Tom era un problema? ¿Qué sabe ella del desarrollo psicológico de un huérfano?

Warévs. Es de mañana y vemos a Sor Paula que está retando a un niño porque se hizo pipi en la cama producto de que lo único que se engulle ahí es sopa. No quiero ni imaginarme el olor a meado que debe haber allá adentro. “Otra vez te olvidaste de ir al baño antes de quedarte dormido” le dice y el niño le contesta “Es que como este hogar parece un témpano, cuando voy al baño me congelo”.

Candy le está dando de comer a las gallinas mientras Angie –como buena arribista– anda con una cara de constipada de tres metros mientras odia a los patos y a los conejos porque ellos sí tienen papá y mamá, al tiempo que ella métale cortando zanahorias sobre un árbol mocho cuando debería estar jugando a los Pet Shops.

Además podemos ver como en este hogar insalubre el mapache simpaticón se tira sobre las verduras que más tarde formarán parte de la sopa.

Candy, la pegote, se acerca a Angie para a preguntarle por qué la cara de pixies y los televidentes de Youtube podemos sentir como a mi tía se le erizan los pelos de la espalda mientras piensa “Déjame un rato tranquila”, pero Candy –que tiene problemas de límites– le toca la cabeza y le dice “Estás enferma, estás enferma de tu corazón”.

No sólo pegote, sino que además monillenta.

-“Sí” le dice Angie, “estoy con hipertensión debido a que te tengo todo el día respirándome en el cuello”.

Candy decide entonces resolver todo despertándola al día siguiente a las cinco y media de la mañana. Como todos sabemos, es la mejor manera de que a uno se le quite el mal genio: que te despierten. A las cinco y media.

Ambas se visten y desaparecen. Le han dejado una nota a Sor Paula y Mr. Pony diciéndoles que como están bajoneadas han decidido salir de paseo y que volverán cuando se les ocurra. Lo mejor de todo es que agregan que para almorzar se han llevado pan con queso y “EL VINO QUE TODAS LAS NOCHES SE TOMA LA SEÑORITA PONY ANTES DE DORMIR”.

Sí, bitches, el hogar es manejado por una torta alcohólica que probablemente se pega sus pencazos para olvidarse de que a) Sor Paula está exclusivamente enamorada de Dios y b) el olor a sopa mezclado con orina lo tiene impregnado hasta en los sostenes.

Corte directo: Vemos a “Cangie” arriba de una carreta y luego Candy descorchando el vino y poniéndose a chupar como si estuviera haciendo campaña para la Reina Guachaca, cuando Angie le dice toda temerosa “Me emborracharé” y Candy le responde “¡¿Qué le hace el agua al pescado?! ¡Lo limpia, mijita! Tiqui tiqui ti”.

Candy es una chica riesgo social.

Mientras en el HDP la Señor Pony dice que se siente culpable ya que durante los 10 años que las niñitas han estado con ella nunca las ha llevado de picnic.

Sor Paula: “Es que no hemos tenido para gastar”
Mr P: “Candy y Angie no han gastado mucho en este picnic”
Sor Paula: “Es lo que usted cree, pero el vino era de Viña emergente y el queso del Jumbo”

Mr. P como buena anciana trola relajada responde “Dejemos que las niñas coleccionen recuerdos”, sabiendo claramente que TIENEN 10 PUTOS AÑOS Y ANDAN CON UNA BOTELLA DE VINO.

Candy está ebria y no sé por qué no me sorprende que sea una borracha desagradable. Pierde los estribos inmediatamente. La vemos asustando a Angie y tirándose SENTADA por una pronunciada pendiente como si nada. A Angie, como es fina, le duele un poco.

Con el hocico caliente Candy decreta “Me dio sed” y como tiene problemas de límites, termina metiéndose al río. Le dice a Angie que se una, pero la otra trata de hacerse la tonta diciéndole que le da miedo. Qué le han dicho: saca el lazo que lleva en su bolsillo y de una lo afirma a una rama. Las dos terminan hechas un peo corriente abajo cuando la rama se corta.

Menos mal que va pasando un viejo millonario: el señor Britter que las rescata y se las lleva a su casa donde por primera vez en 10 años las niñas duermen en una cama decente y se ponen ropas estilo Gossip Girl.

¿Por qué tanta bondad? Porque resulta que Mr. Britter tuvo una hija llamada Casey que lo dejó para formar una banda llamada KC and The Sunshine Band.

Mr. Britter invita entonces a las huerfanitas a una parrillada que Candy se pone a comer a lo ídem mientras dice cosas como “Nos recogieron el mismo día con la Angie” y “Ah, no, trágame tierra foreveralone”.

Y Candy “quiero limonada, quiero tapaditos, quiero chorrillana, etc.”

Luego de terminar de darse con la pala –de líquidos y de sólidos-– el señor Britter las sube a un caballo mientras todos los sirvientes dicen “Esta casa se ha iluminado con las niñas”.

En el paseo Angie le dice “¿Por qué no le decimos al señor Britter que nos adopte?” y a Candy le baja la Rosa Espinoza, le pega una cachetada y se va al hogar de Pony, sola. “¡Tú te has convertido en la hija del señor Britter. No te quiero más!”.

Angie llora y repite el mantra que suena constantemente en su cabeza “Quiero a mi papá y a mi mamá, a mi papá y mi mamá”.

Corte directo: En el HDP están todos buscando a John, el meón, que supuestamente andaba buscando a Candy, pero que en realidad se había ido a dormir a un árbol, a una rama bien arriba, para escapar de los trabajos forzados. No sé, yo en su lugar me habría mandado a cambiar a la Casa Starlight para niños sin padre de Jem y las Holograms. Era una mansión estilo Rock of Love. No hay donde perderse.

Cuando Candy aparece y se da cuenta que el niño está perdido, parte a buscarlo y de una lo pilla. Candy sube los árboles como si nada, como si fuera una de esas arañitas que roban los edificios de Vitacura/Las Condes, y le dice a John “¡Despierta!”.

Como buena pegote, lo que más le gusta hacer a Candy es cagarle las horas de descanso al resto.

Inteligente Candy de funarle el descanso a John haciéndolo pasar como que “lo encontró”. Así no la retan por chorearse el vino y lo poco y nada de queso que debía haber en esa casa.

Se ve llegar una carreta, es la del señor Britter que viene a avisar que Angie pasará la noche allá.

Angie está en la mesa del caballero comiendo de todo. Y acá pienso: ¿tendrá Angie realmente 10 años? Puede que sea como “La Huérfana”, la de la película de terror que terminó teniendo como 45.

Lo que sea. Angie ve que en la mesa están los dulces favoritos de Candy y como es tonta, se los va a ofrecer solo para darse cuenta que la otra está odiando en el HDP.

“Espero que el señor Britter le guste” dice en la cocina Mr. Pony con la esperanza de que haya una niña menos que la huevee cuando esté tomándose su vino.

En la noche podemos ver como hay BICHOS EN LAS CAMAS DE LOS NIÑOS y Candy no puede dormir. No sabemos si es por lo insalubre del hogar o, como dice Sor Paula, porque extraña a Angie. “Creo que es la primera vez que duermen separadas” señala.

A la mañana siguiente Candy ve que hay alguien en su cama, en un momento piensa que es Angie, pero luego se da cuenta que es John, quien probablemente ha tenido que cambiarse de cama por haber pasado el río nuevamente.

Cuando sale a buscar al Mapache –la única entretención que tienen– ven a una niña de lejos. Es Angie quien le dice que ha caminado toda la noche porque quería estar con ella y corren, lloran, se abrazan y se dicen cosas como “No podía dejar de pensar en ti” y otros diálogos que me hacen sacar una sonrisa por lo motivos incorrectos.

Angie le entrega los dulces favoritos QUE SE HA ROBADO. No sabemos qué tipos de dulces son, pero parecen caca.

Y como siempre, se abrazan y terminan nuevamente en este ciclo de relación co-dependiente totalmente enfermiza, mientras la voz cierra el capítulo diciendo “El encuentro con el señor Britter sirvió para afirmar la amistad entre Candy y Angie”.

Para que vean estimadas Zancadivas: la media borrachera de las minas.

Y ese fue el capítulo de hoy. Acá los links:
Capítulo 2 parte 1
Capítulo 2 parte 2
Capítulo 2 parte 3

Yo me vuelvo a encontrar a con ustedes la próxima semana y sean buenas.
Abajo les dejamos los links con los videos de Youtube del capítulo para que los disfruten.

Chaito.

*zancudo invitado