Cine infantil en festivales: entrevista a Valentina Palma de FICVIN

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por Mariana y punto

Este 2014 será la versión 21 del FICValdivia, y la número 4 de FICVIN, la Ventana de Cine Infantil del Festival Internacional de Cine de Valdivia. “La idea de hacer FICVIN va de la mano con mi formación de cineasta y mi opción de ser madre”, cuenta Valentina Palma, antropóloga y realizadora, quien está a cargo del FICVIN desde sus inicios.

“Tengo una hija de siete años y hace un par de años atrás, me di cuenta que no tenía cómo explicarle en la práctica lo que era un festival de cine, dado que no había programación infantil en ese entonces. Ahí noté una carencia. Además de eso, cuando mi hija tenía 2 años, decidí exponerla a contenido infantil cinematográfico y me encontré mayoritariamente con las producciones de los grandes consorcios estadounidenses, donde lo referente a niñas y a niños está súper estereotipado; Para las niñas princesas y barbies y para los niños autos y dinosaurios. No quería que esa fuera la única experiencia cinematográfica para mi hija y me puse a buscar. Quería en cierta forma romper el cerco informativo al que se orilla a la niñez con las películas corporativas. Inicié una búsqueda, encontré lo que buscaba y quise compartirlo mas formalmente con otras niñas y niños”.

¿Cómo llegaste al festival de Valdivia?
En la búsqueda de un espacio más formal me reencontré con Raúl Camargo (actual director del festival) a través de una amiga. Me acerqué a Raúl y de frentón le comenté de mi interés en gestar un espacio infantil al interior del FICV. Viajé a Santiago y nos reunimos en un café por la plaza Ñuñoa. Con lápiz y papel en mano conversamos de lo que podría ser la primera versión de este espacio infantil aún sin nombre. Raúl me dijo que no había casi nada de dinero para la iniciativa, pero yo acepté igual. Había una fuerza mayor que el dinero en la labor que quería iniciar.

¿Cuál crees que es la relevancia del cine para los niños y cuál para los jóvenes?
Siempre he pensado en el cine como una ventana a otros mundos. Y me parece que las ventanas son indispensables en la vida porque a través de ellas puedes ver lo que hay del otro lado. Una ventana también permite que entre luz, viento, incluso agua a un espacio. Sin la existencia de ventanas todo sería mas oscuro, menos ventilado, sería una situación de encierro. Por eso creo que el cine es imprescindible no sólo para niños y jóvenes, sino para las personas en general.

¿Cómo reaccionan niños y jóvenes en exhibiciones del FICVIN?
Me hace muy feliz que las funciones que programo para primera infancia, es decir de 0 a 6 años, son las primeras en llenarse. Este pequeño gran público es el mas entusiasta, siempre están muy atentos e interactuando con la pantalla. Si algún personaje hace una pregunta ellos responden, si hay una canción ellos aplauden.
El año pasado exhibimos un pequeño documental realizado en una escuela rural de la zona y las niñas y niños que lo realizaron fueron a la función y presentaron su trabajo al resto del público. Fue muy emotivo que la niña que presentó el trabajo saludara y presentara la obra en mapudungun, todo el auditorio le escuchó atentamente.
Otra situación muy gratificante ha sido que hay niños y niñas que al llegar a la sala me saludan y me preguntan si me acuerdo de ellos y de que vinieron el año pasado.

¿Ibas al cine cuando chica?
Soy nacida y criada en Concepción, ciudad donde viví hasta los 17 años. Recuerdo haber ido un par de veces al cine Lido, al Romano y al Plaza. Ninguno de estos espacios funciona actualmente como cine.

¿Cuál fue la primera película que viste?
Si mal no recuerdo, la primera película que vi en el cine fue Mary Poppins. Creo que tenía como 9 ó 10 años y fue en un viaje que hice a la zona central a visitar a mis primos en verano. Era el tiempo de los rotativos dobles y de las funciones matiné, vermut y noche.

¿Cómo era ser una niña en el sur?
Nací y me crié en Concepción. Saliendo del liceo me vine a estudiar Antropología a Valdivia. Luego me fui a México, viví ahí 11 años. Regresé a vivir a Chile hace 6 años.
Recuerdo mi infancia en Concepción en general tranquila. Acompañada de mi abuela y mi hermano chico porque mi mamá y papá trabajaban todo el día, además lucharon contra la dictadura de Pinochet y siempre tenían reuniones. Veíamos harta tele, habían sólo dos canales así que harta novela y festival de la una, Heidi y la abeja Maya. Con mi hermano jugábamos a adivinar de que era el comercial cuando recién empezaba. Hacíamos queques y papas fritas, jugábamos a la escoba, a mi gran ciudad, al ludo. En verano salíamos a andar en bicicleta y a jugar paletas con los cabros del barrio. Infaltables las vacaciones en familia, casi un mes siempre en alguna playa de la zona. Guitarreando en las fogatas, comiendo bombones en palito y caracoles, lapas o choritos que nosotros mismos mariscábamos. Harta vida de barrio, tus compañeros de curso eran también tus vecinos.

¿Recuerdas qué películas te marcaron cuando eras niña?
Recuerdo vívidamente la primera vez que vi The Wall, en inglés y sin subtítulos en casa de un amigo. Su hermano era mas grande y la vimos con el. El hombre sin cejas, los martillos marchando, las niñas y niños con máscaras como de chancho, las flores copulando son imágenes impactantes para una niña y la música que las acompañaba potenciando la sensación. Sigo pensando que es una excelente película, es más, mientras escribo de ella y la recuerdo, me dan ganas de verla en pantalla grande, de hecho creo que nunca la he visto en el cine. También recuerdo La guerra de las galaxias, nunca fui muy seguidora, pero recuerdo haberla visto en casa de una amiga que había estado exiliada en Inglaterra y era súper fan, tenía las figuritas y posters en su pieza. La escena donde el monstruo Jabba toma como esclava a Leia y la amarra semi desnuda a su lado, me pareció súper sexual en su momento. Los peinados de Leia igual me encantaban. Pienso que es una película que marcó una época, puedes encontrar un montón de adultos que siguen coleccionando figuritas, hablando de ser o no un autentico jedi, del lado luminoso o del lado oscuro, incluso padres que le enseñan la película y las manifestaciones que de ella derivan a sus hijos.

¿Cómo has visto que se ha desarrollado la industria del cine infantil en Chile, Latinoamérica y en el resto del mundo?
El desarrollo de la industria del cine infantil en Chile es bastante pobre por decir lo menos, largometrajes se me vienen a la mente Papelucho, Ogú y mampato, y 31 minutos. Existen también algunos cortometrajes animados de Tikitiklip, Vivienne Barrie, Claudia Menéndez, por mencionar algunos, pero son proyectos que han sido pensados para televisión, no para cine, y me parece que ambos lenguajes son muy distintos.
En Latinoamérica, creo que Brasil, Argentina y México lideran la producción, lo que no significa que sea mucho, sólo que hay mas producción que en Chile.
En el resto del mundo hay países comprometidos con la niñez y con la generación de contenidos cinematográficos para ella, incluso hay países que tienen incentivos para la producción cinematográfica si va dirigida a niños, o si sus personajes lo son, Irán, Dinamarca por ejemplo.
Sería muy bueno si en Chile copiáramos este modelo de incentivos. Yo le digo a mi hija que copiar es también una forma para aprender y mejorar.

¿Crees que se hace suficiente cine para niños y jóvenes?
Definitivamente no. Actualmente en Chile no hay acceso a cine de calidad en salas para nuestra infancia y jóvenes. Lo único que existe, es la oferta de las salas de cine comercial. Tenemos una deuda pendiente ahí siento yo.

¿Cuáles son los errores más comunes que la gente asocia al cine infantil o para niños?
Que debe ser entretenido, que no debe hablar de la muerte. Que las películas de princesas son para niñas y las de dinosaurios para niños.

¿Cuándo decidiste dedicarte al cine?
Cuando terminé de estudiar antropología en México, me di cuenta que no me sentía muy cómoda con los parámetros de lo académico, mis investigaciones eran de temas extraños para el común y siempre se me reclamó el que no arrojara conclusiones de ellas. Me di cuenta que mi interés no era concluir nada, sino mas bien contar. Estaba un poco en crisis y me invitaron a trabajar en el rodaje de una película de la cineasta mexicana María Novaro. Ahí conocí el cine desde el otro lado y me gustó, fue entonces que decidí estudiarlo y dedicarme a eso.

One comment

  1. En temas de infancia y adolescencia Chile tiene mucho que hacer, pero me alegra que hayan personas que se están moviendo por darles un espacio digno en la sociedad. Para mi es fundamental que se generen mejores creaciones para todos los medios y de esta manera fomentar el pensamiento critico en ellos. No me gusta la idea de copiar porque me parece que deja de lado lo nuevo que cada ser le puede dar a lo ya creado, pero si algo me gustaría copiar es el modelo de negocio del animé japonés que tiene un sin fin de buenas historias de diversos temas que han influenciado a miles de niñas, niños jóvenes y personas en todo el mundo. Es el algo que deberíamos aprender los Chilenos.

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