“Cerati, conversaciones íntimas”, una historia de Gustavo Cerati por Gustavo Cerati

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por María José Figueroa*

Siempre me gustó Gustavo Cerati pero no me puedo llamar una fan. Tengo el CD de Siempre es hoy, que es uno de mis discos favoritos de la vida, pero no debí leer más de un par de entrevistas y sería. Las fans escuchan todo, las fans leen todo, yo no caigo en esa definición. A pesar de eso, llegó a mis manos el libro Cerati, conversaciones íntimas de Gustavo Bove, editado por Editorial Planeta con tres entrevistas realizadas en distintos tiempos de la vida artística de Cerati y, aunque no son conversaciones cien por ciento íntimas (todas son entrevistas que se publicaron en medios, por lo que las revelaciones son siempre bastante pauteadas), sí da una percepción bastante profunda sobre los procesos creativos del ex Soda. Y cumple su cometido bastante bien.

El libro parte con la introducción de Richard Coleman, un guitarrista que ha colaborado con Soda, Charly García, Andrés Calamaro, entre otros grandes y que además era amigo personal de Gustavo. En este capítulo llamado Lago en el cielo, canción que aparece en el disco Ahí vamos, Coleman revela sus recuerdos más entrañables con Gustavo como amigo y como músico. Se nota el cariño, da pena, porque sabemos que Cerati ya no está y lo que le duele asu ausencia a sus amigos. Coleman nos cuenta cómo se forjó Soda, y la sopresa que el éxito significó para Gustavo. Aquí entendemos quién era el frontman de la banda de rock más importante de Latinoamérica antes de alcanzar el éxito total.

Las entrevistas de Bove son de índole profesional y una de dio en el marco del plan promocional del disco Ahí vamos. Aún así, Bove y Cerati se conocían de toda una vida en la industria de la música, por lo que la conversación entre ambos es bien distendida. Hay declaraciones entrañables como “No me arrepiento de nada. La verdad es que todo sirve para algo. Al fina estás parado acá por una cantidad de errores o como se llamen”. Cerati habla de sus dudas, de las emociones en sus canciones, de su lucha por ser sincero en una industria que se caracteriza por estudiar y armar poses según convenga.

En el libro queda claro el cariño de Gustavo Cerati por Soda Stéreo, incluso en los momentos de mayores roces con sus compañeros de banda. El amor y dedicación que le ponía todo, desde a esas letras tremendas que soltaba a los discos más desconocidos como 11 Episodios sinfónicos y su faceta electrónica, tan contraria al rock de Soda. Estas conversaciones son, en buena medida, un relato de Gustavo Cerati por Gustavo Cerati, y esa es su mayor fuerza y valor.

*Si quieres escribir en Zancada, tienes que mandar tu texto con título y nombre con el que quieres firmar a [email protected] en un mail titulado TEXTO. Como siempre, si va con nuestra línea editorial felices lo publicaremos.

7 Comments

  1. Una pequeña corrección: es “yo no quepo en esa definición”, no “no yo caigo en esa definición”. Si bien el caigo puede ser la conjugación del verbo “caer”, en las definiciones se cabe, no se cae.

    Saludos, buena nota.

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