Autoayuda, la nueva novela de Matías Correa

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por @patyleiva

Matías Correa es el autor de Autoayuda, una novela (no un libro ídem) publicada por editorial Chancacazo, que transita por la soledad, la ironía, el descontrol y la miseria desde la que pareciera una acomodada posición en la vida. Mena, el protagonista, me ha provocado sentimientos que rara vez experimento por un protagonista. Algo que quizás la Delphine de El Rayo Verde casi me hizo sentir y que el Grenouille de El Perfume no logró a pesar de todo. Nunca me había alegrado de que al protagonista de mi libro le sacaran la mugre. Con Jean-Michel Mena Viollier la empatía llega después de alegrarme por su desventura (lo que, asumo, me vuelve tan miserable como él).

Yo soy lenta para leer, pero tomé este libro y no lo solté hasta terminar. Se divide en 4 capítulos manejados con un ritmo asombroso en el que la abulia y la incertidumbre coexisten atrapándonos entre los breves perímetros y los escasos personajes que rodean a este hombre solo. La historia cosecha lo que va sembrando en nuestra cabeza, deleitándonos con las agridulces sorpresas que nos dejan con ese mismo sabor de boca.

Me parece arriesgado –valiente y divertido– que el autor haya titulado su segunda novela con el nombre de un género al que –adivino– no quisiera pertenecer como escritor. Es un libro pesimista que contrasta con lo que la palabra “Autoayuda” ofrece, lo que se mantiene –y se agradece– como una ambigua constante en esta historia de un hombre que se cruza en la vida de otro.

Sólo ruego para que ninguna incauta alma en pena que no perciba la multitud de ironías que Correa ofrece, partiendo por la portada (ennumera detalles técnicos como la cantidad de páginas y el número de registro de propiedad intelectual como protagonistas del diseño), crea que encontrará la solución a sus dolencias emocionales en un sentido literal comprando este libro.

Conversamos con el autor, quien nos contestó algunas preguntas que nos inquietaron al leer Autoayuda:

¿Qué sentimiento crees que provocará el protagonista de Autoayuda en los lectores? (¿o cuál te gustaría que provocara?)
Algo parecido a una desconcertante versión de la empatía. Lo que te pasa cuando, por error o necesidad, terminas por salir a la calle con ropa prestada, vistiendo los pantalones, calzoncillos y zapatillas de un amigo. Algo así puede llegar a sentir el lector (o eso espero, me gustaría creer).

En el masculino mundo de Mena existen al menos 3 mujeres clave (todavía no sé cuál es la más importante). ¿Puedes elegir a una de ellas y contarnos lo que simboliza en su historia?
Dentro y fuera de la ficción, la más importante de las mujeres es siempre la que se anima a quererte. Al interior de la novela, alternativamente, ese papel es interpretado (en distintos momentos) tanto por la mujer que abandona a Mena como por la mujer que lo parío, su madre -además de las desconocidas que, fugazmente, le dan limosnas de simpatía cada vez que visitan su departamento-.

Su mujer, ¿podría haber sido cualquier mujer? ¿Es un sentimiento de pérdida o un gran amor?
A lo largo de las páginas de Autoayuda, creo, no se menciona nunca el nombre de la mujer de Mena. (Lo mismo pasa en Geografía de lo inútil, donde el personaje femenino de mayor importancia se llama N.) El gesto ese no fue deliberado. Supongo que tiene que ver con que lo temible y lo sagrado suelen ser experiencias inefables. Dicho de otra manera: para referirse a lo que más vale, para aludir a lo que más importa, así como al invocar lo que más se teme, las palabras sirven poco; no bastan ni alcanzan para dar cuenta de grandes pérdidas, miedos, amores o alegrías. Así que, no: la mujer de Mena no podría ser una mujer cualquiera.

Al escribir este libro, ¿siempre supiste a dónde querías llegar o hubo espontaneidad y azar en el proceso? Está tan bien armado que hace pensar en un minucioso plan.
En esta novela hay más tripa que cabeza. Eso significa que la escritura operó de manera más o menos intuitiva. No así el montaje y la composición de su estructura; aunque empecé a definir esto último cuando la historia ya era capaz de flotar por su cuenta, los arreglos y ajustes se hicieron en paralelo, sobre la marcha. Pero intuición no es lo mismo que azar. Cuando le abres espacio a lo intuitivo te dejas guiar por un mapa de referencias imprecisas y debes confiar en las pulsiones que orientan la historia que exploras.

¿Cuánto de hombre elefante tiene Genaro Scott, el enigmático vecino de Mena?
Scott tiene tanto del Hombre Elefante como de Pilar Sordo, Epicuro y Ludwig Wittgenstein.

¿Cómo defines la relación entre ellos?
Puede tratarse de un bromance, es decir, una forma de amistad entre hombres solos que colinda con el concubinato, aun cuando se encuentra libre de toda atracción física. A pesar de que Mena y Scott son heterosexuales, (casi) conviven como una pareja de esposos seniles e infieles: se aguantan el uno al otro, incluso se quieren, pero no se les ocurriría jamás imaginar entre sí la posibilidad del deseo.

¿Cómo fue tu decisión de incluir animales? ¿Cuál es tu relación con ellos?
He tenido perros, gatos, peces y hámsters; también tortugas acuáticas y canarios, pero nunca he adoptado un loro para que me haga compañía. En todo caso, no tengo talento alguna para cuidar cosas vivas; las mascotas que no se me murieron (atropelladas, derretidas o enfermas), terminaron por perderse o escaparse. Como sea, lo único que he aprendido estando cerca de animales es que el resto de las especies no se diferencia tanto de la nuestra. No confío, sin embargo, en quienes prefieren pasar más tiempo con mascotas que con personas: tienes que ser irredimiblemente misántropo para llegar a sentir mayor empatía por tu perro o tu gato antes que por un vecino, un pariente o un compañero de pega.

¿Cómo llegaste a esta portada? ¿Lo vieron juntos con el diseñador?¿Qué es lo primero que crees que piensa el lector o lectora al verlo en una vitrina o librero?
El diseño del libro lo trabajamos en conjunto con Gabriel Aguayo y Alejandro Palacios, el diseñador y el diagramador de la editorial. Me gusta trabajar con diseñadores y me ha tocado hacerlo antes. La idea de concebir la gráfica del libro como una extensión de ciertas ideas que dominan la novela (sobre la autoayuda y el éxito, lo terapéutico, lo farmacológico, etc.) nos pareción natural a los tres. Agradezco que la editorial me haya permitido involucrarme en ese ítem, uno que, por definición, no forma parte del trabajo de escritor. Ahora bien, aunque ignoro los efectos que produce el diseño en quienes se topan la novela en vitrinas de librerías, sé que algunos lectores han experimentado algo de pudor al pasearse en el metro con un libro que dice, con letras bien grandes, “Autoayuda” en la portada.

2 Comments

  1. En el link que agregas el escritor Juan Pablo Roncone dice:
    Autoayuda es una esas novelas que –sin quererlo, sin intentarlo siquiera– termina por ayudar al lector que se pierde en ella. Un libro implacable y urgente sobre estos días que aún no entendemos del todo.
    Si eso es verdad tengo que leerlo!

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