Whitney: Can I Be Me

Whitney: Can I Be Me, el nuevo documental de Whitney Houston

El documental sobre Whitney Houston, “Whitney: Can I Be Me”, dirigido por Nick Broomfield está disponible en Netflix. Hay mucho material en video, desde la pequeña Whitney de 12 años cantando en la iglesia, hasta la decadencia, con toda su transición.

por @patyleiva
Este año se estrenó el documental sobre Whitney Houston, Whitney: Can I Be Me, dirigido por Nick Broomfield. Y es hardcore. Hay mucho material en video, desde la pequeña Whitney de 12 años cantando en la iglesia, hasta la decadencia, con toda su transición.

La madre, Cissy Houston también cantaba, pero claramente no tuvo el éxito que tuvo su hija, a quien controlaba muy de cerca, y se deja ver la carga de la proyección que tenía sobre ella. Era muy cercana a sus padres, pero su padre, quien siempre se hizo cargo de sus platas, terminó sus días demandándola! Sí, a su propia hija, su fuente inagotable de ingresos, engrosando la multitud de escándalos que rodearon su meteórica carrera.

Whitney fue catapultada como una estrella del pop, lo que provocó que la comunidad R&B no la respetara y la considerara “vendida” al público blanco, cosa que la afectó dramáticamente (de ahí el existencial título de este documental, una frase que ella misma dijo en esa época en la que fue incluso abucheada por el público: “puedo ser yo?).

Antes de la irrupción de Bobby Brown (que sí era considerado parte de la industria del R&B, exitoso en su momento), existía Robyn, su mejor amiga, quien fuera la persona más influyente en su vida personal y profesional. Claramente la coexistencia con “el chico malo” se hizo insostenible.

El documental deja en evidencia la ansiedad del poca cosa de Bobby Brown por el éxito. Lo vemos gritándole a los periodistas “enfocarme a mí!” Cuando la prensa los asediaba a la salida de un carrete. Todos sabemos que la que les interesaba era ella. Andaban todo el tiempo arriba de la pelota, y aunque la lógica dice que él fue una mala influencia (sin duda lo fue), la verdad es que Whitney consumía drogas desde que era una pequeña niña, porque “todos se drogaban”, como dice el testimonio de una de sus amigas. Las drogas las proveían sus hermanos mayores.

Hay fragmentos de entrevistas que dio a Diane Sawyer, a Barbara Walters y otras que su madre dio a Oprah. En todas se vislumbra la angustia contenida que le provocaba tal nivel de éxito y la tóxica relación que tenía con sus seres queridos y con su propio cuerpo.

Pero también hay detalles felices, como enterarnos de que fue Kevin Costner el de la idea de que la canción de El Guardaespaldas –la película que marcó su rotundo éxito–, comenzara a cappella. David Foster, el productor de “I Will Always Love You” dijo que no, que era súper mala idea y que no iban a vender discos de esa manera. En ese momento, ella comenzó a cantar. El productor se fue de espaldas ante tan sobrecogedor momento musical que se terminó convirtiendo en su sello. Ah, y ¡el verdadero guardaespaldas de Whitney Houston aparece en el documental también! Dice que no recibió un balazo ni tuo sexo con ella, pero afirma que el resto de la película, es bastante parecido a lo que fue su trabajo. El guardaespaldas verdadero, advirtió a la familia sobre el peligro que la estrella corría, al ser testigo de su intimidad y adicciones, pero no fue escuchado. Él sostiene que se le pudo haber salvado la vida.

“Whitney: Can I Be Me” está disponible en Netflix.