Cosas de Cannes

por Juana Rosa

Estoy en Cannes. Nunca había estado en Europa, y ahora estoy en Cannes. En el mismo momento en que ocurre el Festival. Y hay muchas cosas que me sorprenden. Quizás son cosas que se repiten en toda Europa, pero como yo no conozco, asumo que son exclusividades de la costa sur de Francia. Aquí van algunas:

1. El mercado de Cannes (Marche du Film) es como una Fisa gigante estilosa. Tres pisos de stands de todo el mundo con películas mega cinearte hasta afiches de una película de zombies cubanos. Igual, por todo lo estilosa que sea, sigue siendo una Fisa.

2. Todos los días, todo el día, hay gente afuera de la alfombra roja vestida formal con un cartelito –casi todas las veces escrito a mano con scripto- que dice “an invitation svp” (una invitación por favor). No sé si alguien habrá obtenido una alguna vez, pero hay que reconocer que estas personas son muy motivadas. 

3. Cruzar la alfombra roja es bacán. Yo soy medio niño para mis cosas y no acostumbro a vestirme formal. De hecho, no me saco los jeans jamás. Pero el vestido, las medias, las uñas y el pelo (los tacos no porque mido más de 1.75) acompañados de los miles de flashes de todo el mundo sacan lo femenino de cualquiera y yo también quiero ser reina.

4. Acá la gente o anda en moto (sobre todo los mayores de 60 lo que me parece muy cool), o anda en ferraris, porches y convertibles setenteros mil estilosos. Igual, lo mejor son los yates. Son gigantes; no se puede creer que alguien sea su dueño. Hay hasta con helipuertos. Y los arriendan para hacer lo quieras: armar una fiesta, ir a dar una vuelta en la bahía, usar una pieza con alguna persona especial, o todo al mismo tiempo (hacer una fiesta recorriendo la bahía e irte a la pieza con alguien especial). El yate más grande está arrendado por el cine porno. Muy adhoc.

5. Que una película haya sido seleccionada en Cannes no implica que sea buena. Hasta ahora he visto tres: Una china muy deducible. Un documental del chileno Pato Guzmán que me gustó harto (va gente todo el rato al stand de Chile a preguntar cuándo la dan de nuevo) y el gran descubrimiento, el director canadiense Xavier Dolan. Es un pendejo mino de 21 años, que el año pasado estrenó su primera película en Cannes y ganó tres premios, y ahora acaba de estrenar la segunda. Dolán no sólo dirige, sino que escribió el guión, coprodujo, dirigió el arte y es el protagonista. ¿Cómo te quedó el ojo? La película (Los Amores Imaginarios) es la raja y pasó de una a estar en mis top 20 de películas favoritas. Tanto así que no me pude aguantar y fui y le dije en mi perfecto inglés “it’s amazing how talented you are. Congrandulations”. Así que crucen los dedos para que llegue a Chile.

Eso por ahora. Quedan fiestas, alfombras y cócteles por recorrer. Así que próximamente un nuevo informe.